¿Qué es una hernia discal? Síntomas y tratamientos de fisioterapia y osteopatía

¿No sabes si tu dolor lumbar puede ser ocasionado por una hernia discal? En Globalfios los síntomas, causas y tratamiento de fisioterapia y osteopatía a través del siguiente post.

¿QUÉ ES UN DISCO INTERVERTEBRAL

Entre las vértebras, hay una “almohadilla” o “amortiguador” llamada disco intervertebral, formada por fibras de elastina (que permite al disco cierta flexibilidad y elasticidad) y colágeno (que le da consistencia y resistencia al disco), y está formado por dos partes:

• núcleo pulposo: parte central del disco, formado por una sustancia gelatinosa, que principalmente está contenido por agua y es el verdadero amortiguador entre las vértebras. No tiene vascularización, algo que es importante saber par explicar cómo evolucionan las lesiones discales.
• anillo fibroso: parte externa del disco que evita la salida del núcleo y que está formado por fibras concéntricas que cierran al núcleo y permite cierta movilidad al disco.

Para entenderlo más gráficamente, el anillo fibroso es como una cebolla, formado por diferentes capas y engloba al núcleo, que tiene la consistencia de la pasta de dientes. Resumiendo: “El disco es una cebolla envolviendo y protegiendo una pasta de dientes”.

HERNIA DISCAL, ¿QUÉ ES?

Una hernia discal es una salida del contenido del núcleo pulposo, de la parte gelatinosa del disco, a través de las fibras del anillo fibroso. Éste sufre una ruptura entre las capas que lo conforman, y el núcleo sale por la fisura que aparece en el anillo, pudiendo comprimir estructuras que rodean al cuerpo vertebral.

Según la dirección hacia donde salga el núcleo, aparecen varios tipos de hernias discales:

• hernia central: sentido puramente posterior, hacia la columna, cuya sintomatología lumbar es importante porque va a irritar el ligamento vertebral común posterior, el cual está ricamente inervado por el nervio de Luchska.
• hernia interna: salida del contenido justo antes de la salida del nervio por el agujero de conjunción. Es la más común de todas y suele dar mucho dolor lumbar, aunque a veces, pueda llegar a irradiar a miembros inferiores.
• hernia foraminal: la hernia invade el agujero de conjunción por donde sale la rama nerviosa. Es muy sintomática, pues está irritando el nervio de forma constante.
• hernia extraforaminal: después de la salida del nervio. Es muy rara que aparezca
• hernia anterior: tiene poca importancia clínica pues no da síntomas, ya que el ligamento vertebral común anterior no está inervado.

Funcionamiento del disco intervertebral y proceso de aparición de una hernia discal

Esta estructura permite soportar mejor la carga y la presión que ejerce el cuerpo en nuestra columna, añadiendo el efecto constante de la gravedad, la cual siempre hace que los últimos discos lumbares sufran y amortigüen todo el peso corporal.

Con los años, el disco va perdiendo agua. Esto quiere decir, que el disco, cuyo casi 90% está formado por agua, se va deshidratando.

Esta deshidratación discal motiva que los discos vayan perdiendo altura y consistencia, lo que genera que la unión entre las capas del anillo fibroso se vaya debilitando.

A medida que el disco va perdiendo su capacidad de retener agua (capacidad hidrófila del disco), el núcleo pulposo, debido a los movimientos corporales, peso del cuerpo y demás traumatismos que debe soportar la columna, se va desplazando progresivamente. Esto genera que las capas del anillo fibroso se vayan fisurando.

Cualquier movimiento en falso, o coger peso inadecuadamente, puede ocasionar la fisura completa del anillo, lo que sería el condicionante principal de la futura aparición de una hernia discal.

SÍNTOMAS DE UNA HERNIA DISCAL

Los síntomas son muy variadas y difusos entre los diferentes pacientes, pero en casi todos ellos, hay un antecedente traumático. Es decir, tener la sensación de quedarse clavado, bloqueado, y con la imposibilidad de ponerse recto. La única posición cómoda es estando inclinado hacia delante.

El dolor es un síntoma claro de edema e inflamación discal, que irrita el paquete vasculonervioso, el cual sale por el agujero de conjunción para llevar la información a los músculos, piel, vísceras, hueso y vasos sanguíneos.

Si la hernia invade un nervio, puede aparecer la famosa ciática, que es un dolor que irradia por la parte posterior del muslo y la pierna, o la cruralgia, cuando la hernia toca el nervio femoral, dando síntomas en la parte anterior del muslo y pierna (cuádriceps y zona tibial).

Los pacientes pueden notar también sensación de calambre, hormigueo, pérdida de fuerza y sensibilidad, e incluso, pueden aparecer síntomas en las vísceras uroginecológicas (irritabilidad de la vejiga, problemas fecales, problemas de regla…).

CAUSAS DE UNA HERNIA DISCAL

Aunque casi siempre aparecen síntomas relacionados con malas posturas, trabajos donde se coge peso de manera incorrecta, o movimientos repetitivos. Esto no suele ser más que el desencadenante final que motiva los dolores.

El origen de una hernia discal es multifactorial, aunque el motivo de la presencia de dolores a nivel lumbar pueda ser haber cogido excesivo peso o una mala postura laboral o en casa.

Dentro de las causas, cabe destacar el estrés tanto laboral como emocional, un mal funcionamiento visceral, una mala alimentación, el sedentarismo y el mal tono de la musculatura abdominal.

TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA Y OSTEOPATÍA PARA UNA HERNIA DISCAL

1. MANIPULACIONES VERTEBRALES

A través de la manipulación, vamos a conseguir liberar la vértebra o estructura que esté bloqueada, con el objetivo de liberar la irritación del disco, que motiva el edema discal y los dolores.

Se prestará especial atención a la movilidad del sacro y los iliacos, que son los huesos de la pelvis y zona dorsal baja.

2. TRATAMIENTO MUSCULAR

Con la realización de técnicas que disminuyan el tono y la contractura de los músculos que bloquean la columna, y que se espasman con el objetivo de limitar la movilidad de la columna y proteger así los discos.

Especial hincapié a los músculos psoas iliaco, piramidal, cuadrado lumbar y paravertebrales.

3. REVISIÓN VISCERAL

Valoraremos el correcto funcionamiento de las vísceras, sobre todo, a nivel digestivo, que puedan ser motivo de la debilidad del anillo fibroso. Enfocaremos el tratamiento a revisar el hígado e intestinos.

4. HIGIENE POSTURAL

Muy importante será la adaptación de las actividades de la vida diaria a la nueva situación, donde habrá dolor e incapacidad de realizar muchas tareas que habitualmente hacemos sin problemas.
 

5. NUTRICIÓN

Revisaremos aquellos alimentos que puedan generar tensión y mal funcionamiento visceral, lo cual, pueda llegar a generar alguna alteración en la protección del núcleo pulposo. Miraremos sobre todo, si la persona toma alimentos proinflamatorios como los lácteos, el trigo, azúcares refinados o productos preparados.

En el tratamiento, prestaremos especial atención a las zonas que no se mueven, pues consideramos que las hernias discales son provocadas por el exceso de movilidad discal, que motiva que el núcleo pulposo salga.

Con las manipulaciones vertebrales liberaremos dichas estructuras hipomóviles, lo que suprimirá la tensión a nivel de la hernia, mejorando los síntomas rápidamente.